Vuelta 2013, la previa, Euskaltel, el fin.

Arranca el sábado la Vuelta a España, mas uno no puede esperar a dar su opinión sobre lo que ocurrirá, otra cosa es acertar, a ver, la Vuelta es una carrera que hay que leer bajo tres premisas, las fechas, su recorrido y el hecho de ser segundo plato. El primer factor, las fechas, hace que nuevamente tengamos una participación de lujo, «Purito», Valverde, Nibali, Samuel Sánchez, Mollema, Basso, Scarponi, Pinot, Daniel Martin o Henao, por ejemplo.

Participación que llama a error, aquí entra el tercer factor, muchos vienen del Tour o vienen, como objetivo prioritario, para preparar el mundial, esto hace que pronosticar un resultado final sea harto complicado, con el segundo factor, el recorrido, pues podemos eliminar ya a más de la mitad de la lista, no veo yo a gente como Mollema haciendo gran cosa, o a Basso, di que este con cualquier recorrido tampoco lo vería. Si nos guiamos por el trazado, descompensado, con mucho final en alto y una gilicrono ridícula que apenas hará diferencias, todo lo que no sea una victoria de Valverde, Joaquím Rodríguez o Vicenzo Nibali sería una sorpresa mayúscula.

Pero lo dicho, el que no viene del Tour viene a preparar los mundiales o es gente que está en un segundo nivel, en este aspecto es donde me lanzaré a la piscina, Carlos Betancur, ese es el nombre, mi arriesgada apuesta, el recorrido se ajusta a sus cualidades, no viene del Tour, y ojo, lleva concentrado en altura meses en su Colombia natal, el último que hizo esto fue Quintana en el pasado Tour y todos vimos los resultados, luego no hará ni podium, ya te digo que el favoritismo debe de estar entre los tres nombres que cerraban el párrafo anterior, pero hay que mojarse y mojarse bien.

Una Vuelta que, evidentemente, sigue el camino trazado en años anteriores, el llamado «ciclismo youtube», etapas sin chicha pero con finales espectaculares, carrera que vaya, con un ciclista en forma puede ser aburrida y monótona de cojones, no hay alternativas y vale, está siendo un éxito, pero no nos engañemos, lo está siendo porque son recorridos que se ajustan como guante a las características de los ciclistas españoles, algo así como eran los Giros de los 80, diseñados para Saronni y Moser, si Betancur, o Henao, o Nibali, arrasan y aparece en el horizonte un ciclista español con dotes de croner no te quepa duda de que en unos años esta fórmula exitosa pasa a mejor vida.

Ahora vamos con Euskaltel, que acaba, la empresa deja el patrocinio y el equipo desaparece, no me enrollaré demasiado, solo decir que Euskaltel, como firma comercial, tiene derecho a irse, pero teniéndolo no es de recibo que pase en meses de decir que contaba con 30 millones prestos a ser invertidos en el equipo a no explorar una salida a la continuidad del equipo cuando, solo contando con los ciclistas con contrato en vigor el año que viene, le saldría más o menos igual de caro continuar que echar el cierre y pagar esos contratos.

Pero, una vez dicho esto, no es de recibo que se achaque la desaparición del equipo al cambio de filosofía, porque sí, los que llegaron eran unos paquetes, se sabía, que vinieron para poder mantenerse en World Tour, la cosa de las puntuaciones y así correr las grandes carreras, pero es que «los de casa» tampoco es que se hayan hinchado a ganar, es más, si hablamos de victorias quizá el más destacado del equipo sea Lobato, uno de los que vinieron este año.

Mezclar el nacionalismo y el deporte trae argumentos de todo a 100, esto no es fútbol, es ciclismo, rendimiento publicitario, rendimiento en carretera, ahí el papel ha rozado el ridículo, hablo de memoria, pero dudo que haya equipo alguno en su categoría que haya ganado menos, y nivel para la misma tienen media docena, y el año que viene será testigo de lo que digo, a ver cuántos del equipo se recolocan en la élite.

Delany para la posdata, se escucha bien este «London Bridge»