Inicio > Tonterías > La increíble historia del hombre que daba la mano flácidamente (segunda temporada).

La increíble historia del hombre que daba la mano flácidamente (segunda temporada).

Hace bien poco os conté de la historia esta del hombre que daba la mano flácidamente, en realidad solo conté el título, ante la avalancha de peticiones para desarrollar la historia me dispongo ahora a eso, a darle debida continuación. ¿Cómo?, pues explicando el por qué del título, al hombre este le decían que daba la mano flácidamente porque daba la mano flácidamente.

Bien, otro día seguimos con esa bonita historia, yo prefiero así, sin agobiar, ahora, te adelanto que la historia merece la pena, la de cosas que hace el cabrón, una historia vibrante como pocas, pero como aun no sé ni qué escribir no puedo concretar, ¿que cómo sé que le pasarán un montón de cosas interesantes?, porque a un hombre que da la mano flácidamente le tienen que pasar en la vida cosas espectaculares.

Vale, no llores, que sí, que te la cuento, aquí tienes la increíble historia del hombre que daba la mano flácidamente.

muerteErase una vez un hombre que daba la mano flácidamente, era un pan sin sal, le presentaban a alguien y al dar la mano ni apretaba ni nada, ¿su nombre?, no interesa demasiado, diremos que empezaba por F, F de Flanagan, pero es un detalle obviable, cierto día fue al médico a hacerse unas pruebas, el resultado fue concluyente, F. tembló al oír las noticias, «tiene usted un ligero resfriado».

Cuando pudo articular palabra preguntó al médico si se iba a morir o no, claro, pilló al cachondo y este le dijo que por supuesto, que algún día, como todos, pero F. salió de la consulta con esas palabras grabadas a fuego, «te vas a morir», y fue a la farmacia.

«¿Qué desea?», preguntó la farmacéutica, no sé si os habéis fijado alguna vez en que todas las farmacéuticas están buenas, es como las cajeras del Zara, bien, el Sr F. la miró, «acostarme contigo», «llevo tiempo deseando acostarme contigo», cosas del lenguaje, llevaba un minuto el muy cabrón, no la había visto antes, pero cuando no concretas no mientes, «jamás osaría pedírtelo de no ser porque me estoy muriendo, vengo del médico y ni siquiera ha sido capaz de poner un plazo de tiempo, podrían ser minutos».

Conmovida, y por qué no decirlo, que el físico de él ayudaba, era un tipo con una belleza fuera de lo común, la farmacéutica accedió y la propuso ir a su casa, Mr F. advirtió, «vale, pero ojo, no me entretengas con pijadas de besos y tonterías, que no sé el tiempo que me queda y no estamos para perderlo en chorradas», ella, atónita, no daba crédito, qué hombre, apuesto y decidido, así que le tomó de la mano «hay que ver lo flácidamente que da la mano», pensó, y se lo llevó a casa.

Cuando, minutos después, una vez totalmente satisfecha ella, salió de nuevo a la calle dirigiose a su hogar, donde le esperaba la señora F y sus siete hijos, «querida esposa, he de decirte algo, vengo del médico», «¿a lo del resfriado?”, «bueno sí, pero me muero, mas no quiero veros padecer mi agonía, ni tú ni nuestros adorados hijos, así que me sacrificaré y moriré solo, es mejor que os vayáis todos con tu madre, ni me vengáis a visitar, vete a saber de qué manera mi enfermedad consume mi cuerpo, para que te sientas mejor he decidido gastarme todos nuestros ahorros en juergas de aquí a que me muera, sé que así, sabiendo que mis últimos momentos serán divertidos se os hará menos dura a todos vosotros vuestra pérdida».

Pasó el tiempo y tanto la de la farmacia como la parienta se sorprendían del aguante de F., cuando le sugerían que quizá hubiera mediado engaño por parte de él el señor F. les dijo que como mucho se trataba la cosa de un claro error médico, una negligencia digna de ser denunciada, pero la farmacéutica era eso, del gremio, y la mujer tenía un primo lejano que de pequeño jugó a médicos y enfermeras con ella, por lo que también se sintió molesta por las palabras de F.

Y antes de reconocer que el mayor perjudicado por el error médico era el propio F., que se había pasado meses tirándose a cuanta mujer se puso a tiro y juergueando, pero eso sí, con la espada de Damocles siempre amenazante, ambas decidieron acabar con su vida, con la de él, se entiende, «que error médico ni qué coños, toma hijoputa», y le machacaron la cabeza con la colección de DVDs de los mejores momentos de las tertulias de intereconomía, que cosa más pesada no existió jamás.

F. Agonizante, les tomó las manos a ambas, flácidamente, comprendió entonces la verdadera esencia de la maldad de la mujer, el hombre que daba la mano flácidamente entendió su tremenda mezquindad, nunca, nunca harás suficientes sacrificios en esta vida para contentarlas, son seres egoístas como ningún otro.

Posdata, Deadlock, mola este «Virus Jones».

Categorías: Tonterías Etiquetas: , , , ,
  1. 12/08/2013 a las 00:26

    Lo malo para este hombre hubiera sido que hubiera tenido que follar con la mano, pero como no es el caso al menos en ese aspecto a las mujeres las tenía contentas.
    Un abrazo.

    Me gusta

    • 12/08/2013 a las 09:25

      Era expeditivo, flácidamente expeditivo, pero sí, un hombre que da la mano flácidamente o tiene éxito con las mujeres o está condenado a una penosa vida sexual.

      Abrazos.

      Me gusta

  2. 12/08/2013 a las 03:47

    Y siendo grosero, digamos que cuando se la meneaba…pues ni la sentía. En fin, jodia es esta vida. Cuidate

    Me gusta

    • 12/08/2013 a las 09:25

      Se dice que una vez colocada la mano se ponía unas gomas o unos coleteros para poder superar la flacidez de la mano 🙂

      Abrazos maestro.

      Me gusta

  3. 12/08/2013 a las 08:51

    Tiene que ser duro (quiero decir blando) dar la mano flácidamente y tener que irte de juerga y follar todas las noches (bueno, eso si tiene que ser duro, sino no funciona).
    Abrazos, crack.

    Me gusta

    • 12/08/2013 a las 09:33

      Con dinero, que tenía dinero, hasta Torrebruno ligaba, de todas formas lo único flácido que tenía era la mano, ojo, no vayamos a ponernos exagerados ahora 🙂

      Abrazos.

      Me gusta

  4. 12/08/2013 a las 09:27

    No te puedes fiar de alguien que da la mano flacidamente. Son todos unos sinverguenzas y unos aprovechados ¡Y ya si se llaman Mr. F ni te cuento! Menudo morro el colega. 😀
    Besazo

    Me gusta

    • 12/08/2013 a las 09:34

      Ya estamos, viendo egoismo donde solo hay entrega a la familia y sacrificio, ¿ves como siempre manipulais la realidad?

      Besos querida,.

      Me gusta

  5. 12/08/2013 a las 11:07

    Pensé que se la tiraría en la rebotica!!

    Hoy estoy con la mano flacida y me ha entrado una angustia ques estoy que me muero, me voy para el Zara!!

    Un abrazo por si no vuelvo. 🙂

    Me gusta

    • 12/08/2013 a las 13:00

      Qué diosas pueblan esos territorios, yo siempre pido prendas que estén en la parte de abajo solo por poder regodearme con semejantes vistas 😀

      Pásalo bien en ese templo de belleza.

      Me gusta

  6. 12/08/2013 a las 11:15

    ¡Hostias con el Flanagan! No quiero ni pensar en lo que le sucedería si llega a entrar por error a un bar de maricones. ¿O sí? 😀 Respecto a los hombres (o mujeres) que dan la mano flácidamente… completamente de acuerdo con Dolega, no son de fiar… y peores son los que tratan de reventarte la mano para contrarrestar el efecto, me ha sucedido; yo a esos(as) se las retuerzo, directamente. PS Andaba un pelín amuermado, ahora estoy un poco menos, gracias Líder.

    Me gusta

    • 12/08/2013 a las 13:03

      Bueno, uno tiene idealizado el mundo gay y siempre piensa que en esos ambientes no tienes que mentir tan descaradamente para poder mojar, son hombres, y supongo que si todos los hombres tienen esas desaforadas ganas de frotar…. pues eso.

      La mano hay que darla en su justa medida, como todo, y no hay una medida concreta a mi parecer, depende de a quién se la des.

      Besos querido.

      Me gusta

      • 12/08/2013 a las 13:21

        No si yo creo que los garitos de ambiente los debes conocer mejor tú que yo, sin coña. Y me he explicado mal: el imaginarme a Flanagan de calabozos no estaba relacionado con las manos flácidas, para nada, si no con la «bestialidad» de nuestro héroe. Que triunfaría, vamos.

        Me gusta

        • 12/08/2013 a las 13:25

          Solo he conocido dos, uno lo cerraron hace tiempo, me gustaron ambos, sobre todo el primero, grande y cutre, como me gustan los garitos 😀

          Me gusta

  7. 12/08/2013 a las 11:37

    Desde mi posición de boticaria (por supuesto, de las que están buenas, gracias por el piropo), he de decirte que conozco miles de representantes con la mano fláccida que parece que coges un pez cuando les estrechas esa mano…..C´angustia me da eso. ¿Es que no han leido nunca unos consejicos para dar la mano cuando lo tienes que hacer a menudo? En toda revista femenina que se precie siempre hay algún artículo de esos que te dan indicaciones para conseguir un trabajo o cosas así que te dicen que el apretón de manos, ni para romper los huesos del que se la estrechas, ni con sensación de pez muerto, hombre ya, un poquito de por favor. Y que conste que yo no leo esas cosas! Que lo sé por mi naturaleza propia de boticaria buenorra.
    Un abrazo.

    Me gusta

    • 12/08/2013 a las 13:08

      De hecho no sé si te has fijado que la frase dirige precisamente a tu blog, lo dábamos todos por supuesto 😀

      Di que, como gremio, os guardo cierto rencor, siempre recomendais tomar la medicación después de las comidas, ¿y los que no tenemos sexo oral qué?, nos moriremos jóvenes supongo.

      Besos querida mía.

      Me gusta

      • 12/08/2013 a las 13:31

        ¡Cielos!!!!!! No me había fijado.
        Es un honor, maestro.
        Gracias por esta publi, y que sepas que lo de la medicación después de las comidas es una leyenda urbana.
        Muaks.

        Me gusta

  8. 12/08/2013 a las 11:52

    mecagoentó, me están llamando ¡%(/$¿!¡?&!!!!!!
    Querido Dess, ¡no te vayas, que luego vuelvo y te leo!!!

    Me gusta

    • 12/08/2013 a las 13:09

      Son los de Timostar o de algún seguro de defunciones, no les hagas caso 🙂

      Me gusta

  9. 12/08/2013 a las 12:06

    Me pasa como a Triste Sina, casi prefiero a los que dan la mano flácidamente a aquellos otros nostálgicos que «dan la mano como la dan los hombres» y te la estrujan sin piedad. Con lo fácil que es dar la mano normal….

    Me gusta

    • 12/08/2013 a las 13:10

      Es que John Wayne ha hecho mucho daño en el mundo de dar las manos, ahora la dan, dejan un nudillo sin descojonarte, y van a la primera iglesia que se encuentran a curarse la homosexualidad.

      Me gusta

  10. 12/08/2013 a las 13:38

    El hombre tuvo una aptitud heroica dispuesto a acabar sus días sin hacer sufrir y sólo dando placer, sí señor el hombre que daba la mano flácidamente es todo un héroe.
    Lástima su muerte tan brutal (yo preferiría que se recuperara y nos visitara otro día).
    Abrazos Maestro 🙂 .

    Me gusta

    • 12/08/2013 a las 13:41

      Bueno, tiene colegas, está el hombre que siempre cogía los céntimos en el supermercado, el hombre que daba golpecitos en el hombro a todo el que se quemaba en la playa… ya sabes 😀

      Un sacrificado cuya generosidad en la vida no le trajo más que disgustos.

      Abrazos y gracias.

      Me gusta

  11. 12/08/2013 a las 15:05

    ¡Llorando me tienes pero de la risa, y solo he leído dos párrafos!!, jejjeje
    Sigo…

    Me gusta

    • 13/08/2013 a las 05:44

      Es que son los buenos 😀 para enganchar, es como las pelis de risa del Carrey.

      Me gusta

  12. 12/08/2013 a las 15:18

    Ay señor, ¡que ratico más bueno, tanto con tu post como con los comentarios!!
    ¿Sabes lo que es peor?, uno que te da la mano flácida y sudada… 🙄 claro que si está sudada, mejor que te la den flácida porque como te la quieran estrujar, se resbala 😛
    Muchos besitos!!

    Me gusta

    • 13/08/2013 a las 05:46

      No no, este buen señor daba la mano flácidamente pero no se movía suficiente en la vida para sudar de ninguna manera, era actitud, un no quiero y por lo tanto no puedo 🙂

      Me gusta

  13. 12/08/2013 a las 15:19

    jejejjeje, ¡me temo que Jimmy no dirá nada!!

    Me gusta

  14. Karmel
    12/08/2013 a las 15:30

    Yo me río como siempre Líder, pero no creo que vayas a estar de acuerdo conmigo, el tipo este que da la mano flácidamente, me parece un genio, pero vamos a ver ¿que más da que apriete fuertemente la mano, o con suavidad asquerosa, si al final con su táctica se tira a todo lo que se mueve? Pero no es eso por lo que estás suspirando, y siempre te quejas de que no mojas? mira tú si lo tienes fácil, total, que más dará la mano un poco más dura, un poco más blanda.
    ¿Sabes que nunca me he fijado en el detallito de la mano? y es que en realidad a mi, apenas me saludan dándome la mano, van directos al beso, jajaja, a los dos besos, no, no te rías ni me llames engreída que es verdad, pero todavía se saluda dando la mano? Yo creí que eso quedaba para los yuppis, no recuerdo cuando me han saludado dándome la mano…

    Creo que es una pena que lo hayas defenestrado, dale una oportunidad y resucítalo, seguro que muchos aprendéis de él, del hombre cuyo nombre comienza con F, de como tratar a las cabronas.
    Me reído a gusto, y en adelante cuando me den la mano…¡al loro!!! jajajaja. Agur.

    Besazo Gran Líder.

    Me gusta

    • 13/08/2013 a las 05:52

      Claro que se sigue usando el apretón de manos, depende de con quién puedes cambiarlo por una palmadita en lo alto del brazo, pero vaya que sí, y dar la mano en condiciones es importante, a las mujeres pues no sé, no me saludo con muchas, a no ser que escupir sea una forma que tienen de saludar que desconocía 😦

      A tí evidentemente hay que usar lo de los besos, a cada uno el método adecuado, con una suegra el matamoscas y a distancia prudencial, es lo que tiene adaptarse en la vida 😀

      Hablaré con él a ver, de todas formas siempre podemos hacer una precuela.

      Besos preciosa.

      Me gusta

  15. 12/08/2013 a las 15:54

    Qué personas tan poco empáticas y comprensivas. Uno, ahí, diñando poco a poco, que es peor la tortura, y ellas nada, en lugar de aprovechar los momentos a rematarlo de manera tan atroz. No sé qué haré el día que me levante y descubra que me he convertido en ese tipo de mujer.

    Me gusta

    • 13/08/2013 a las 05:55

      Ahí ahí, es un acto egoista, pero mucho, así va el pais que se dice, al fin y al cabo él lo único que hace es eso, sacrificarse y malvivir su agonia, en todo caso tal y como él mismo dice, si no se muere es un claro error médico, lo suyo sería que la mujer denunciara a la seguridad social.

      Ahí nos llevan los recortes en sanidad ¿ves?

      Tú no llegarás a ese punto, estoy seguro, se te ve buena persona, besos jovenzuela.,

      Me gusta

  16. Ángela
    12/08/2013 a las 18:59

    Voy a decir algo muy guarro, lo sé: ¡pobre pene! que tristes los encuentros con esta mano flácida del dueño, además me la imagino blandengue, blanca y sudada brreerrrrgggr que sí, que sí, que es un tanto guarro para que lo diga una dama lo seeeeeeeeeeee

    Me gusta

    • 13/08/2013 a las 05:58

      Por eso, tú has dado la clave, por eso mismo tenía que recurrir a las mujeres, de hecho podríamos decir que su vida era un sufrimiento constante, quizá precisamente por eso la noticia de su próxima muerte no le afecto tanto.

      Besos bella dama.

      Me gusta

  17. 12/08/2013 a las 19:43

    Además de flácidas las tendría húmedas para rematar el asunto, espero que fuera lo único flacido que tuviera el caballero, porque si no juerga poca, aunque ya que te acerquen esa mano…brrrrrrr!!!!!! que grima!!!!!!! te imaginas todo lo demás igual y se corta el rollo. Hicieron bien en acabar con él, un flácido menos en este mundo.
    Besos, querido

    Me gusta

    • 13/08/2013 a las 06:01

      Era la mano, de hecho la farmacéutica bien satisfecha quedó, y en unos minutos, que tiene más mérito, estando ahí media hora es fácil cumplir, ahora, me parece muy fuerte que el hecho de dar la mano flácidamente sea motivo para desearle tanto mal, pobre, hay que mirar sus otras cualidades, no quedarse en la primera impresión.

      Besos veneciana 🙂

      Me gusta

  18. 13/08/2013 a las 02:42

    Pobrecito, no tienen sentido del humor estas pajaras… Si al menos lo hubiesen encerrado para comprobar que no mentia, o sea royo «veamos cuanto aguanta vivo» o algo así! Demasiado rapidas estubieron, la ira es mala consejera 🙂 La música buena, la caña va a ser que no!
    Beso QD

    Me gusta

    • 13/08/2013 a las 06:03

      Estos me da que no dan la mano flácidamente, al menos por cómo tocan la guitarra y el bajo 😀

      Yo veo a estas mujeres como desesperadas, más que el engaño creo que es el tema de saberse prescindibles, malas es poco, a estas las pilla Tepes y se enteran 🙂

      Besos querida.,

      Me gusta

      • 13/08/2013 a las 11:37

        Eso digo, que la música es muy buena y las mujeres muy malas jajajajaja

        Me gusta

  19. 13/08/2013 a las 08:28

    Nunca hubiese pensado que Flanagan era de los de la mano flácida…Estoy asumiéndolo…
    Besos, Líder.

    Me gusta

    • 13/08/2013 a las 10:48

      Es familia lejana, Flanagan es de dar la mano como los hombres, pero en plan macho, este solo comparte la inicial.

      Amás amás que a Flanagan nunca le hizo falta mentir para mojar, Flanagan provoca él las malas argucias femeninas y la lucha desesperada entre ellas para poder disfrutar de sus encantos.

      A sus tobillos.

      Me gusta

  20. 13/08/2013 a las 14:16

    Te felicito, ha sido imprevisible, ocurrente, gracioso y irreberente. A partir de ahora trataré de dar la mano con más firmeza, no acabe yo también con la colección de DVDs de los mejores momentos de las tertulias de intereconomía, estampados en la cabeza (¿Se venden en las tiendas?)

    S2s

    Me gusta

    • 13/08/2013 a las 15:16

      Gracias hombre, pero siendo sinceros no es que sea el colmo del ingenio la cosa, irreverente sí, eso lo compro 🙂

      Esos DVDs deben venderse en algún sitio porque ellos mismos los compran y los reponen constantemente, al menos a mí me parecen muy iguales, aunque, he de reconocer que al lado de 13 TV es hasta una tertulia plural.

      Abrazos.

      Me gusta

  21. 13/08/2013 a las 17:22

    Compadre la moraleja en este asunto es que debemos saludar con la mano flácida…

    Me gusta

  22. 14/08/2013 a las 03:15

    Me ha emocionado la historia muchísimo, llego un poco tarde pero tenía que decirlo. ¿Sería quizá una mano trasplantada? ¿Una mano tonta? ¿Una mano que le obligaba a coger cosas que no eran suyas? Son tantas las preguntas…

    Me gusta

    • 14/08/2013 a las 07:03

      No, era suya, era su seña de identidad, la verdad es que estas historias de muerte y tipos agonizando son tristes, pero hay que poner una nota emotiva al asunto de vez en cuando.

      Abrazos.

      Me gusta

  23. 15/08/2013 a las 00:17

    Bueno, vamos a ver… Para empezar un tío que da la mano fláccidamente nunca puede follar bien. Eso tiene que ser inversamente proporcional. Es un sinsangre, por tanto, un «Pocofó».

    Y ya ahora voy a ver si cuela y me haces a mí una de bibliotecarias, que digo yo que también deben de poner de lo lindo…jajaja.

    Ay, Dess…tas fatal. 😛

    Me gusta

    • 15/08/2013 a las 08:12

      Miraremos a ver qué da el tema de las bibliotecarias, morbo dan, que lo sepas, ahí con esas gafitas que suelen tener muchas….

      Besos querida.

      Me gusta

  1. 12/08/2013 a las 09:14

Por cada diez comentarios entrarás en un sorteo para pasar una noche de amor con el autor. (Quien mee de pie o mee sentada pero tenga bigote o barba queda excluído, si estás muy buena dímelo y te doy dos boletos extra)