El Tour del centenario.

Acabó la edición número 100 del Tour de Francia, aunque la carrera lleve disputándose desde 1903, cosas de las guerras mundiales, un Tour que sí, como estaba previsto ganó Froome, pero que ha resultado ser una edición más que entretenida, con mucha chicha, etapas bonitas, otras decepcionantes, situaciones extrañas y demás, el Tour de la explosión definitiva de Nairo Quintana, ganador de País Vasco, sorprendente y más que prometedor este colombiano, estandarte del resurgir del ciclismo colombiano, el Tour en el que por fin «Purito» Rodríguez pisó pódium, Mira que os lo dije, es «Purito» la baza española, ni caso me hacéis, arriba al final los que cuentan con más gasolina, el ciclismo que cambia, ya sabes.

Un Tour donde Movistar casi ha sido vomistar, realmente pocos equipos más amarrateguis y segurolas he visto en mi vida, siempre lo han sido, es complicado que cambien, Valverde enésimo fracaso, da igual, volverá, ya, me dirás que él no tiene ninguna culpa de que justo en el momento menos indicado, con abanicos, le jodan una rueda, vale, pero es que a partir de ahí todas las decisiones que tomó él y desde su equipo fueron una puta mierda de decisiones, y de eso sí que tienen culpa, ha sido este el Tour en el que se ha evidenciado el ocaso de Alberto Contador, digo confirmación, sí, porque a pesar de ganar la Vuelta 2012 ya se vio que no iba como antes, lo confirmó en el Mundial y este mismo año te hablé al respecto.

Pero no te preocupes, que es otro que no se entera ni de su propia suerte, ya ha dicho que volverá, ha sido el año de la petada descomunal de todos los jóvenes que destacaron el año pasado, este año han sido otros, a ver si el año que viene confirman, un Tour donde se ha visto mucho cansancio, era ponerse a tirar alguien en un repecho de mierda y se quedaba más de la mitad de pelotón, aun así han acabado la carrera más ciclistas que nunca, o casi.

¿Motivos?, a saber, pero se caía de maduro medio pelotón, el Tour del conformismo, un Tour con un líder sólido, Froome, pero que está zumbado de cojones, su equipo ha hecho aguas, pero se la pela, sale a ataques de gente de segunda fila aunque sean a más de cien kilómetros, en la segunda jornada pirenaica a esa distancia, a más de cien kilómetros, él solo, sin compañeros, rodeado de enemigos, ¿tú te crees que le dieron candela?, para nada, porque hay una panda de cojonazos en el pelotón y en los volantes de los coches que no es normal.

«Es que Froome está muy fuerte», ya, es comprensible, es difícil ir a la disco y tirarte a la rubia buenorra, pero si te quedas en la barra y no la dices ni hola más, Froome estaba fuerte, pero ese mismo día Movistar tenía hasta seis ciclistas en ese grupo, un ataque de Valverde y punto, como se quedó Porte contentos, por eso mola Froome, porque está pirado, ataca lejos, sin necesidad, es una nulidad táctica, luego paga los ataques, pero se la suda, al día siguiente lo vuelve a hacer, Contador también, donde puede, puertos de segunda, bajando, al menos lo intenta, eso sí, esos ataques son precisamente la señal de que no está bien, si Contador el único día que recupera tiempo es en la famosa etapa de los abanicos apaga y vámonos, él es escalador, si está bien ataca subiendo, no bajando ni en llano.

Realmente ha sido un Tour donde los directores deportivos, en general, han hecho bastantes cagadas, quizá por eso ha tenido tanta vidilla y tantas pequeñas polémicas. Un Tour donde vuelven a aparecer las sombras de doping, «Froome va dopado», me dicen, mira, todo esto es previsible, cuando pensaba que «Purito» iba a acabar en podium no lo pensaba por sus cualidades como ciclista, que también, una pista, ya verás como cuando hable de alguna confesión que hay una cosa que se repite, el doping ante todo lo que hace, en carreras como el Tour, es proporcionar resistencia a largo plazo, en la tercera y decisiva semana, si Froome va dopado y hay determinados ciclistas y equipos que comparados con él en las últimas etapas alpinas van sin cadena… pues eso, el ciclismo que cambia.

Un Tour que bien pudo ser brillante si alguien hubiera emulado a Froome en ambición, Quintana, 23 añitos, segundo en la general, mejor joven y ganador de la montaña, ¿qué más se puede pedir?, pues qué quieres que te diga, es como si el Portugalete llega a la final de la copa del rey y como considera que ya es logro suficiente se dedica a tocarse los huevos, Quintana en los Alpes era muy superior a Froome, ha logrado mucho, pero «gracias» a sus «valientes» directores ni intentó el asalto al premio gordo, coño, yo pensaba que el objetivo es ganar, pero todos han corrido para ser segundos, ojo, tiene un futuro muy bueno, pero hay muchos ciclistas que deslumbraron y se pensaba que iban a marcar época y se quedaron en Andy Schleck, las oportunidades hay que tomarlas, quién sabe cuándo volverá un Tour con gilicronos de mierda como la de este año, y Quintana con dos cronos de 50 kilómetros no gana el Tour ni de coña.

Lo mejor es que acaba un Tour y ya piensas en el siguiente, con Froome, Quintana, Nibali, que este sí que hubiera aprovechado todas y cada una de las ocasiones para atacar al líder, porque es un ciclista de verdad, valiente, queda mucho, pero para la espera tengo a Black Sun Aeon, fineses, «Solitude» el tema, ahm, que me he dejado muchas cosas en el tintero, pero no haré otra entrada, aprovecharé los comentarios 🙂