El terror llama a la puerta, otra vez (la anterior puede que no estuvieras).

Pues toca echarle un ojo a la segunda temporada de «American Horror Story», en concreto de su segunda entrega, llamada «Asylum», se trata esta de una serie la mar de original, no en su temática, puesto que el género de terror es de todo menos original, pero sí en las formas, a pesar de que los creadores de la misma son los mismos que de la anterior, Ryan Murphy y Brad Falchuk, y que la mayoría de actores estuvieron también en la primera entrega tanto el argumento como los personajes son totalmente nuevos, es decir, en realidad, salvo la temática, el terror, es como si viéramos una serie eso, totalmente nueva.

Ojo, no todos los actores repiten, ni repiten los que lo hacen con el mismo peso, en esta segunda entrega seguimos teniendo a Jessica Lange, junto a ella aparecen Zachary Quinto (aquí prota y personaje recurrente en la primera), Joseph Fiennes, quien no necesita presentación, Sarah Paulson, quien ya salió también brevemente en la primera temporada y a quien recordarás de «Deadwood» (esta además ya está confirmada para una tercera entrega que se llamará «Coven»), Evan Peters (igual que la anterior, saldrá en la tercera y también salió en la primera), Lily Rabe (lo mismo), Lizzie Brocheré (nueva) y James Cromwell, veteranísimo actor que participó en la inolvidable «Six Feet Under», tiene pues, la serie de FX, un reparto de garantías.

Decir que en papeles más secundarios repiten también actores y actrices de la anterior entrega, pero no, no sale Alexandra Breckenridge, lástima, mira que está buena, digo, mira que es excelente profesional, mas no podremos disfrutar de sus aptitudes, de ninguna de las dos.

Bueno, la cosa no comienza bien, para qué engañarnos, una pareja en viaje de novios que se dedica a ir de frote en frote por casas encantadas, a ver, coño, que es esta una serie de terror, ¿qué cojones esperan?, claro, luego se les aparece un monstruo que les quiere matar y lloran, pues vete a joder a un hotel en el Caribe como hacemos todos, es, valga el símil, como si yo digo, «pues me apetece pajearme en un barreño lleno de pirañas» y según la meto me comen el nabo, y literal además, ¿podré quejarme?, pues eso.

Luego retrocedemos varios años en esa misma casa encantada, que era un antiguo psiquiátrico, un psiquiátrico religioso, donde muchos de los que están ni están locos, o no lo parecen, parecen más zumbados quienes lo regentan, una prisión en toda regla vaya, con puteos a los residentes, palizas.. sí, la cosa no pinta muy original, pero, tampoco pitaba muy original la anterior temporada y acabó siendo muy buena, así que a esta le di una oportunidad.

La verdad, meten tantas cosas que no sabes cómo van a salir, asesinos en serie, colgados, médicos sádicos, seres monstruosos, los internos, a cada cual más colgado, posesiones diabólicas (de lo mejor, hay una escena en la que están viendo una peli religiosa en la que ver a la monja poseída te hace mucha gracia), más colgados, hasta el nazismo meten, todo claro, rodeado de que los roles no son los que pensabas, los buenos no son tan buenos ni los malos tan malos, o quizá sí.

Hay algo que llama la atención, la manera de rodar, no soy de fijarme en esas cosas mucho, pero hay ciertas escenas que te hacen reparar en el tema, y para que me hagan reparar en esas cosas a mí hay que reconocerles el mérito, no sé si será cosa de la fotografía, de cómo colocan las cámaras o de todo en conjunto, pero el continente de la serie me pareció más que bueno, se nota que hay pasta de por medio. Más, no hay relleno, pasan tantas cosas que no te encuentras con episodios flojos, con este material otros hubieran hecho una serie de cinco temporadas, aquí no, se agradece. Ahm, la intro, cojonuda.

Pues la serie, resumiendo, me gustó, mucho, pero, tiene una pequeña pega, los últimos dos o tres capítulos, ahí cambia la cosa radical, a ver, no es que la serie de miedo en ningún momento, pero era ágil, precipitada incluso, llega un momento en el que cierran casi todas las tramas y quedan ahí esos capítulos finales en los que da la sensación de que no saben ni qué hacer, más drama que otra cosa, nada que ver, desentona del todo.

Pero esperaremos la tercera entrega, «Coven», que según los rumores irá de brujas.

Para la posdata Rush, casi nada, desde 1968 llevan en acción, unos mitos vivientes del rock progresivo, uno de sus últimos éxitos es este «Far Cry».