Yo transaccioneo, tú transaccioneas, él transaccionea.

Andaba Pumi indagando acerca de la llamada «teoría transaccional», alguna vez durante alguna charla debió de salir el tema, bien, esta entrada va sobre eso, sobre esa teoría, llamada también «de análisis transaccional», puede sonar a peñazo, y la verdad es que ves enlaces al respecto y lo es, pero, bien explicada la cosa resulta algo tremendamente atractivo, de hecho yo, que soy poco dado a las cosas estas de la psicología, de manuales de autoayuda y demás, la tengo como la excepción que confirma la regla.

¿Cuál es el problema?, que quien me la explicó a mí no te la explicará a ti, por lo que bien explicada no va a estar, es más, lo que te contaré no es siquiera la verdadera teoría transaccional, qué va, como te dije mirarlo en la wikipedia, por ejemplo, resulta insufrible, y no me acuerdo de mucho de lo que me explicaron en su momento, que hará ya cosa de 20 años, por lo tanto te quedarás con la versión dessjuesiana del tema, el cómo mi mente ha ido adaptando y modificando lo que le explicaron en su día, ojo, manteniendo la esencia, lo principal.

Primero, fundamental, tres conceptos, «padre», «adulto», «hijo». Valen femeninos, pero no vamos a andar con idiomadas y a partir de ahora importan esos tres conceptos, no tomemos a «padre» como un padre, ni cura, ni de familia, sino como concepto, hijo se puede cambiar por niño, eso da lo mismo, dentro del padre y del hijo (el espíritu santo no aparece), se distinguen varias variantes, puedes poner cualquiera, porque las verdaderas se me olvidaron, qué se yo, el padre protector, por ejemplo, el padre crítico, el niño así aventurero, el niño llorica, el protestón… El adulto pues eso, vendría a ser la posición razonable y tal.

Bueno, a lo largo de nuestra vida y ante determinadas situaciones todos vamos cogiendo un rol, una figura, aparentemente te dirás que lo ideal es siempre coger la figura del adulto, lo que viene a decir la teoría transaccional es más o menos que por el forro de los cojones, que depende, y eso es algo que comprenderás enseguida.

¿Te acuerdas cuando te hablé del concierto de Helloween?, bien tomemos esa situación para un ejemplo que te hará entender la cosa, ¿con qué estado de ánimo debieras ir?, ¿como adulto?, ¿seguro?, pues depende, si vas a verlo no, si vas a verlo deberías ir con el rol del niño, es lo que te decía entonces del gilipollas que paga 40 pavos para ver a Helloween y está venga a sacar faltas del sonido, cojones, que estás ahí para disfrutar, ¿todos deben ir como niños?, pues no, el que está para escribir la crónica para un medio pues debe estar con el rol de adulto responsable de su trabajo. Otro, el que está ocupándose del sonido por ejemplo, ese también, ¿y el de seguridad?, pues debería tener el rol del padre protector.

Te viene un amigo diciendo que le han echado del trabajo, ¿crees que lo aconsejable es tomar el rol de adulto y decirle en ese momento de dolor que se lo tiene merecido por arrimarle el nabo al jefe mientras se echaba este la siesta y ponérselo en la boca justo antes de que una llamada de teléfono le despierte?, unas horas después puede, pero en ese momento tu colega necesita el padre comprensivo y cariñoso. Otro ejemplo, quieres follar, natural, ¿qué haces?, ¿te pones en plan adulto diciéndole a tu parienta que el sexo es algo necesario para la buena salud de la pareja y bla bla bla?, no, adoptas la postura del niño llorón, «venga jo, déjame bajarte las bragas mujer, qué te costará, si es un minuto, que en vez de leche tengo ya queso curado, que me van a tener que hacer la cesárea para sacarla..».

Imaginaos que sois bomberos, sí, con tu cuerpo mucho imaginar, pero echémosle mucha imaginación, tenéis que desalojar un edificio lleno de gente histérica, ¿qué hacéis?, podéis usar el rol de adulto, razonar, mal, con un histérico no se razona, podéis usar el rol de niño y el «venga porfi, desalojar el edificio», ni puto caso, en este caso hay que irse al rol de padre autoritario y con dos cojones y sin delicadeza evacuar a todo el mundo, usando la fuerza necesaria, lo importante es desalojar para evitar muertes, se entiende ¿no?.

En resumen, que cada momento requiere una postura ante lo que vivimos, que no siempre debe ser la misma, que ni siquiera debe ser la misma la de todo el mundo ante una misma situación, padre (en sus diversas variantes), adulto y niño (también en sus diversas variantes), ninguna de estas posturas ante la vida es buena o mala, depende, lo complicado es escoger en cada momento el rol adecuado, pero cuantas más veces aciertes es probable que mejor te vaya por la vida.

Barricada para la posdata, uno de sus temas más conocidos, «En Blanco y Negro».