Cómo convertirse en papa en un santiamén.

Hace unos meses tuvimos nuevo papa, Francisco, a secas, uno escuchaba voces, no en mi cabeza, en la calle, «que si siempre eligen a un señor muy mayor», «que si todos los papas son unos carcamales»… lo que hace la ignorancia, será ahora en todo caso, no siempre fue así, hubo tiempos en los que los papas eran mucho más jóvenes, también es cierto que hubo tiempos en los que los papas eran elegidos de aquella manera, ejemplo tenemos en Alejandro VI por ejemplo, el de «Los Borgia».

Bien, pues vamos a dedicar un rato a hablar de algún papa cuyo ascenso a la cima eclesiástica fue rauda y veloz pero a base de bien, papas elegidos de aquella manera, di que uno no sabe bien en qué consiste eso de elegir papas, se supone que Dios les ilumina o les habla a los cardenales, pero de ser así no habría falta más que una votación porque les diría el mismo nombre a todos, en fin, a lo que vamos, Benedicto, pero no el XVI, el IX, que tuvo una historia la verdad bastante más interesante, al menos para mí.

Te decía que ni puta idea que tienes, por lo que dices de que siempre los eligen mayores, Benedicto IX, 14 añitos tenía cuando fue nombrado papa, casi nada, su papá, un tal conde Alberic III, compró a la curia para que le escucharan a él en vez de a Dios y saliera elegido, claro, las políticas en aquellos años no es que fueran demasiado estables y su papado fue interrumpido enseguida, cinco años, pero volvió, el tipo era empecinado, trece años más tarde.

Claro, que renunció, y lo hizo por razones de peso, ¿se arrepintió de sus pecados y se creía inadecuado para el puesto?, pues puede, pero la cosa es que había por ahí otro interesado en el puesto, que pasaría a ser el papa Gregorio VI y que le ofreció una gran suma de dinero para que se apartara, aprovechó el Benedicto este para casarse, pero no duró mucho, entonces, una vez divorciado se dijo a ver qué coño hacía en verano y nada, que cogió un ejército y atacó Roma, «aconsejando» de nuevo a la curia para que le volvieran a elegir.

León VIII es un claro ejemplo de que cualquiera puede ser papa, tú te dirás, «coño, hace falta una carrera, empezar en el seminario, pasar a cura, de ahí a lo que sea, obispo, arzobispo o vete a saber qué, una larga y comprometida carrera eclesial de servicio a Dios y a los feligreses, que esto no pasa de un año a otro…. permíteme que me descojone, lo que te digo, antes las cosas eran distintas.

Pues el León VIII este se levantó cierto día como lo hacemos tú y yo, siendo una persona digamos «normal», ni siquiera era sacerdote, 6 de diciembre de 963, la fecha en cuestión de la carrera más rápida en la historia de la Iglesia Católica, a media mañana ordenado cura, poco después ascendido a obispo y cardenal y para la tarde ya era papa, con dos cojones, la cosa es que ya existía un papa, Benedicto V, a este León le eligieron más que nada por tocar los huevos dándose una especie de bicefalia bastante común en la época, por cierto, que el Benedicto V este sucedió a un tal Juan XII, el conocido como ‘Papa fornicario’, que había sido depuesto, sobran explicaciones del por qué.

Sobre la vida y muerte de este Juan podríamos hablar largo y tendido, hay dos versiones sobre su defunción, una, que murió en plena cópula, y dos que murió en plena cópula pero con la ayuda del marido de la copulante, decir que antes de morir este también obligó a Benedicto V a volver a dejarle el trono de la iglesia, por lo que cuando murió era papa, mas en aquellas épocas no debía ser muy escandaloso el tema o directamente no se conocían de puertas para afuera las aficiones de algunos santos padres, por cierto, León consiguió que su pontificado fuera calificado de «pornocracia».

En fin, que historias tiene la historia, Barón Rojo para la posdata, pedazo banda mítica y pedazo tema mítico, «Cuerdas de Acero».