Únete al romanticismo coño.

La verdad, he de serte sincero, uno no ha sido nunca tan feliz como ahora, desde que me abandoné al romanticismo veo las cosas desde un punto de vista nuevo, más sensible, ahora echo el cagarro por las mañanas y me lo quedo mirando maravillado, «qué cosa más bonita», me digo, «es parte de mí y se va», y lloro, lloro por ese perfecto y tan personal excremento que tras unas palabras por su alma va a reunirse con Nemo al mar, y con los pulpitos, los pececitos y pececitas varios.

Es tanta mi felicidad que decidí traerte al club de los románticos, que se te ve infeliz, ahí metiendo como un campeón día tras día, hoy con una, mañana con otra distinta, haciendo mil posturas, acabando ese asqueroso polvo ocasional, vestirte e irte a tu casa solo a tocarte los huevos recordando las mejores jugadas, esa no es vida, estaremos de acuerdo digo yo, me vas a comparar eso con tener que currarte románticamente cada encuentro sexual, echarle ahí días, semanas, meses, citas, detalles, flores, cenas románticas y demás para que al final tenga la regla y acabes haciéndote una romántica macuca en la soledad de la ducha.

Como supongo que estamos de acuerdo te voy a dar indicaciones para que dejes de ser ese follarín recurrente y convertirte en un romántico amante ocasional, pensarás tú que es sencillo, me descojono si me lo permites, no está al alcance de cualquiera, todos, en este camino, nos convertimos en presa fácil del error recurrente, ejemplo, eso que se piensa tan a menudo, «a la mujer se la conquista con el humor».

Sí, por los cojones, eso es mentira, la mujer no entiende de humor, siempre tiene uno y es el malo, «quita que no estoy de humor», si ya te lo dicen cuando le tocas el culo, hay que captar señales compañero, tú vas ahí con tu humor fino y sobre todo inteligente, ese humor de «para el dolor de barriga sal de frutas y para el de huevos sal de putas» y no, no se ponen cachondas. Ese humor tan inteligente no lo comprenden, esa fina ironía, es como cuando les pides «dí matamalpana con la e» y al responder les dices, «vale, si te empeñas».

Que no, que ese sentido del humor que nos caracteriza no es válido para el asunto, evitemos pues el asunto, una cena, romántica, ese es el punto clave, eso es lo que a los románticos nos caracteriza, nada de huevos fritos, nada de hacerte el loco en la cocina, gástate la pasta en viandas de primera y pásate toda la tarde en la vitrocerámica, ahí pensarás, «coño, para qué tanto esfuerzo si antes has dado otra solución alternativa para el dolor de huevos», mal, muy mal, no es lo mismo, es probable que tu cita acabe diciendo que eso le da asco o que por ahí no que tiene una almorrana, pero me vas a comparar el romanticismo con la profesionalidad, es como comparar el amor de madre con el de la niñera.

La mesa, perfecta, con sus velitas, tu mejor traje, puede parecer estúpido ponerte un traje para cenar en tu casa, con lo bien que estás con el chandal, y no, no se pide follar antes y si no quiere la mandas para su casa y así no desperdicias comida, sensibilidad cojones, piensa que es una inversión, romántica, cuando llegue le coges el abrigo, le dices lo guapa que está, lo bien que le sienta el vestido y omites preguntar si se ha puesto las bragas con agujero por abreviar luego el tema, hay que cambiar el chip.

Cuando acabe la cena es el momento, tú todo romántico ojo, nada de hacer como cuando haces natillas, nada de meter el dedo a ver si está a punto, eso es de guarros e indecentes, tú ahí sin perder la compostura, ya dirá ella donde y cuándo, el momento y el lugar, y si en mitad del baile (sí, hay que bailar, en cualquier peli romántica eso lo enseñan) te dice que es tarde y debería irse a su casa, tú y tu dolor de huevos debéis asentir, vale, pensarás, «pero qué hijaputa, me deja aquí con el presupuesto del mes jodido y yo sin joder», mas tus labios solo sonreirán, le tomarás la mano, le pondrás el abrigo y le dirás que ha sido una velada encantadora, solo comparable a su encanto, que jamás habías sentido algo igual por una chica («zorrón que eres un zorrón»), que cuando quiera repetís («pero por mis cojones que vas a comer mortadela»).

Tú pensarás que para eso mejor seguir como estás, no tienes ni puta idea chaval, cuán equivocado estás, ser romántico te llena el alma, haz la prueba y me comentas, si tienes alguna pregunta por favor, usa los comentarios, Paradise Lost, estamos en la posdata, no es que sea mi banda favorita, pero este video tienes que verlo, si te digo que «Faith Divides Us Death Unites Us» tampoco me parece un gran tema te preguntarás el por qué te recomiendo que lo veas, pues porque el video es cojonudo, emotivo, y la chica lo hace estupendamente, es un gran trabajo sin duda.