Testiculinas, ausencias y exhibiciones.

Pues esta semana recién acabada estuvo uno entretenido con dos carreras ciclistas, hubo más, lo sé, sé también que tú eso ya lo sabes, que estás muy pendiente de la actualidad pedalera, pero a mí me entretuvieron estas dos, la Vuelta al País Vasco y la París-Roubaix, de ambas te voy a hablar, primero y de pasada te diré una frase: ‘I have not seen men with balls’, traduce si quieres pero se entiende, no la he dicho yo, y eso que sé inglés, sino Lefevere, el madamás del equipo belga Quick Step, dirigida a sus propios ciclistas por su labor en una carrera de las previas a Roubaix, el GP Scheldeprijs, viene a cuento de algo que se lleva viendo en el ciclismo desde hace años y que en esta semana también.

Pero nada, empecemos por Euskadi, tiempo de perros, lluvia, granizo, viento y hasta nieve, un recorrido similar al de los últimos años pero que eso, debido al mal tiempo se hizo duro como un nabo enviagrado, para que te hagas una idea, la mitad del pelotón ni acabó la carrera. Sky sigue dando miedo, el equipo británico salía con dos ciclistas menos que el resto, pero se la suda, controlaron la carrera como quisieron, humillando casi, joder, Kyrienka se pasó una etapa entera tirando del pelotón, y eso que faltaban los en teoría hombres fuerte, que qué será la cosa cuando estén estos, aun así no ganaron.

No ganaron porque ganó un jovencito colombiano cuyo nombre deberías tener en cuenta, Nairo Quintana, en la foto, pero ganó porque en la crono final rompió todo pronóstico y porque el líder del Sky en la prueba, Richie Porte, falló, por cierto, Movistar, el equipo de Quintana, junto al Caja Rural, los únicos que se salvan de aplicarles la frase de Lefevere.

No fue el único colombiano que destacó, Sergio Henao y Carlos Betancourt también lo hicieron, lo cual confirma el retorno a la élite del otrora poderoso ciclismo colombiano, que arrasó en las montañas a finales de los 80 y primeros 90, solo que ahora no ya sólo suben bien, sino que en llano andan ya la tira,es quizá lo más interesante a sacar de esta carrera, junto a Contador, que ni podium, podremos hablar de calendarios, de que si su objetivo es el Tour, que si pitos y flautas, pero una cosa te digo, pinta mal el de Pinto, otros años carrera que corría carrera que ganaba, este año es que ni se acerca, claro, siempre hay excusas, resfriados, averías, cosas que les pasa a todos en definitiva, luego el tiempo dirá, pero a día de hoy él mismo tiene que estar muy preocupado, sobre todo viendo cómo andan sus máximos rivales, los Sky dichosos.

Toda la testiculina que faltó en estos escenarios se desbordó en Roubaix, qué carrera, ya de por sí Roubaix es difícil que defraude, es la prueba que con mayor impaciencia espero de todo el calendario, el domingo pues eso, asistimos a una edición que para mí es lo que debería ser el ciclismo.

El gran favorito era, evidentemente, el ganador de Flandes, Fabian Cancellara, ya de lejos movió el árbol, pero lejos de irse y arrasar en el plan habitual lo que provocó es que el resto de equipos corrieran con una ambición casi desconocida, sabedores de que el suizo pudiera no estar del todo bien por alguna caída reciente, hubo un momento en el que la situación de Cancellara era peliaguda, con muchos rivales por delante y él sin equipo, ¿qué hizo?.

Pues echarle un par de cojones, tirar y tirar, ir cogiendo ciclistas, para luego descolgarles, una fuerza brutal, un espectáculo en toda regla, solo uno resistió, Sep Vanmarcke, quien ganara, que recordarás bien, el año pasado la primera clásica de la temporada, la Omloop Het Nieuwsblad, por delante del gran ausente de este año, Tom Boonen, nada, en el sprint final Fabian vuelve a hacer historia, nuevo doblete.

Irrepetible, genial, es bueno, pero es que además de ser bueno es tremendamente generoso en el esfuerzo, un ciclista que cuando se retire echaremos de menos, es que por más que miro me faltan palabras para decir lo que es Fabian Cancellara, llegó a meta, ganó y se derrumbó, no podía ni andar, hay imágenes de él ayudado por un par de personas que la verdad, ponen los pelos de punta, acabó exhausto, lo dio todo, tendido en el suelo, pero feliz y orgulloso, él feliz por ganar, yo feliz por haber asistido a una gesta descomunal, a una carrera que, por otra parte, estuvo, como siempre, plagada de accidentes, caídas e incidentes varios, pero por algo es la carrera más dura del calendario ciclista.

After Forever para la posdata, grupo disuelto ya, en el que la cantante es la que actualmente gira con Nightwish y que se adivina como su nueva voz, Floor Jansen, estupenda voz por cierto, «Energize Me» es un tema que seguro que te gusta, comercialote a rabiar.