La batalla más idiota en el blog más prescindible.

Vaya, hay entradas que uno no acaba de tener claro si hacerlas o no, la historia es curiosa, da mucho juego, apetece, pero es que no hay blog que se dedique en menor o mayor medida a la historia que no la tenga, pero es que la tentación es grande, ¿cómo puede un líder de opinión en condiciones y con un blog tan prescindible obviar la batalla más estúpida de la historia?, pues eso, allá vamos, sabiendo que ya la habrás leído en cualquier otro sitio, me la pela, la vuelves a leer y punto.

Antes de empezar con el tema decirte que la causa principal del desastre de la Batalla de Karánsebes, que es de lo que te hablaré, fue algo sobre lo que te hablé brevemente cuando toqué el tema del frente oriental en la primera guerra mundial, uno de los contendientes era el Imperio Austríaco, que era algo así como mi lista de amantes, variado en procedencias e idiomas, francés y griego en este caso no, pero sí estaban bajo ese imperio italianos, húngaros, búlgaros, serbios, etc..

Bien, pongámosnos en situación, guerra ruso-turca, tú te dirás que qué cojones ruso-turca si te he dicho no se qué pollas de los austríacos, bah, qué más da, la guerra era esa, la batalla la libraron dos imperios, el austríaco y el Imperio Otomano (que aunque suene a paja son los turcos), 1788 el año, Karánsebes (actual Rumanía) el lugar, allí llega la avanzadilla del ejército austríaco, con dos pares, húsares los primeros, para limpiar la zona y tal, pero no se encuentran con el enemigo, sino con unos gitanos que vendían aguardiente, priva, «ay ja payo, más barato que en Carrefur», y los húsares que se ponen tibios.

Total, como no había enemigos.. en fin, que están ahí de juerga los pobres cuando llegan sus compis, la infantería, los ven, ven los barriles, se quieren unir a la fiesta, los otros que por mis huevos, que la priva es sagrada, y empiezan a pelear, en medio de la refriega alguien suelta un tiro.

«Los turcos los turcos» gritó alguien, los valientes húsares decidieron entonces correr hacia atrás, a dar novedades y tal, la infantería dijo que tertuliano de intereconomía el último, te dirás, ¿no había oficiales capaces de frenarlos?, pues sí, pero eran austríacos, gritaron «Halt» «alto» en austríaco, que curiosamente es igual que el alemán y vaya, que peor el remedio que la enfermedad, porque como nadie tenía ni puta idea de alemán y menos de austríaco pues pensaron que gritaban «Alá» «Alá» y que eran los turcos quienes lo gritaban claro.

En fin, que seguían llegando tropas, un oficial de caballería oyendo disparos y alboroto pensó, en buena asociación de ideas, que la batalla había comenzado, vio a los húsares todo mamados dando vueltas y pensó que eran los turcos, así que mandó cargar a sus jinetes, la artillería, al ver a un grupo de jinetes cargando contra sus húsares pensó que estos eran realmente los cabrones de los turcos y mandó zumbarles de cojones.

Ya ahí el descojone padre, se montó tal jaleo que según llegaban nuevas tropas se unían a la fiesta, «estos deben ser los malos» pues nada, a por ellos, como entre ellos, por cosas del idioma, no se entendían, pues dejaron que las armas hablasen, hasta que vieron que estaban perdiendo y se retiraron, dos días después llegaron los turcos y nada, que se partían el nabo pero bien, 9.000 muertos nada menos, y sin entrar en escena ellos, jamás nadie ganó una batalla, haciendo tantas bajas al enemigo, sin ni siquiera aparecer en ella.

Tú te dirás, » a ver qué posdata toca hoy «, pues todo un clásico, encima no es ni heavy, poca disculpa tienes, Fleetwood Mac y el bonito tema «Little Lies».