Padre, confieso que he pecado.

«Padre, sí, he cometido uno de los mayores pecados que existen,», «¿Cuál hijo?, ¿robar?, ¿matar?, ¿tocarte?, ¿meterte con las ovejas y de strangis camuflarte para ayudarlas a darles de mamar a los corderitos?», «no no, bueno, alguna vez, rara, me he rozado el nabo, una vez, pero para afeitarme para la vasectomía, uno es casto y pudoroso padre, mi pecado es más grave, verá, me gusta «Troya».

Y tuve que pasar el cepillo en misa seis domingos seguidos, cantando «Somos una familia» y animando al feligresado a hacer los coros, porque sí, no hay cosa peor en este mundo que el que te guste «Troya», hasta con «Torrente» te sientes más comprendido, pero da igual, si te lo dije ya en su día, hay que tener los atributos para decir estas cosas.

Wolfgang Petersen la dirigió en 2004, bombazo de taquilla, junto a «Gladiator» la gran esperanza para la resurrección de un género, un reparto que vaya, Eric Bana, Brad Pitt, Orlando Bloom, Sean Bean (quien sorprendente no muere, que ya es complicado), Diane Kruger, Peter O’Toole, Rose Byrne (que sale en una serie que tengo apuntada para ver, «Damages») y una serie de secundarios de esos que nos hartamos a ver en series y pelis, James Cosmo o Brian Cox, por ejemplo.

Ya sé, comete el error de no ser fiel a «La Iliada», claro, es que normalmente toda peli basada en una novela o en hechos históricos es fiel al máximo, añadiría un «no te jode» incluso, pero es que además, ¿quién coño se ha leído «La Iliada»?, luego están las fotos con Brad Pitt y un cielo enorme detrás en el que aparecen varios objetos dependiendo de la foto, un avión, un globo, un par de tetas, ¿alquien realmente ha visto alguno de estos errores en la peli?, porque me da que nos creemos todo lo que vemos en internet, «eh, que fumarse los pelos del gato viene bien para el colesterol, que lo he leído en un correo que me ha mandado mi amigo Fulanito». claro, nos creemos lo que interesa, porque un día vi un estudio que versaba sobre los beneficios del sexo oral para prevenir el cáncer de mama, se lo enseñé a la mujer y nada, ni puto caso, coño, como si lo hiciera por mi bien, encima de que te preocupas por su salud.

Pero la peli es entretenida de cojones, de principio a fin, espectacular, con escenones, joder, ese desembarco de los griegos en la playa de Troya, con el barco de los de Aquiles en cabeza y este arengándoles, «ahí están los troyanos, nos los vamos a follar bien follados, ¿como la bandera de qué país les vamos a dejar el culo?» y todo el resto del soldadaje, «JAPÓN, JAPÓN, JAPÓN». Esa música acompañando a Héctor y su caballería «Troya es vuestra madre vamos a enseñarles a los griegos bien enseñado su idioma», mientras Aquiles le dice a «su primo», que él no, que se quede en la tienda que luego irá a enseñarle lo que vale un pene, digo peine, mientras el primo le ruega «vale, pero quítate la cadenita, que me estás haciendo agujero en la nuca».

Y esas batallitas, ahí a la vieja usanza, rompiendo miembros a lo artesanal, nada de chuminadas de rifles de última generación, no, a espadazos, con una pila de extras, el gigantón ahí con la maza repartiendo estopa, venga hombre, anda que no se te ponen los pelos de gallina y la piel de punta cuando Aquiles va a vengar la muerte de su primito.

«HECTORRR», «HECTOOOOOOR», y sale el padre, «que mi hijo no puede bajar, que está haciendo los deberes y luego tiene que ir a natación y al fútbol», y el otro, «HECTOOOOR, HECTOOOOOOR», y el otro que deja de ver «Bob Esponja» para bajar, me dirás que no mola el asunto. Vale, está el Orlando, que te dan ganas de meterte en la pantalla y ahostiarle bien ahostiado, porque anda que no es ahostiable el tipo, «pero mira que eres nenaza coño, para zumbarte a la rubia bien que tenías huevos, pusilánime, que eres un pusilánime», ahí el tío moñas con su arquito, como Légolas pero sin enano al lado.

A uno le da que pensar, una peli entretenida, bien hecha, espectacular, exitazo, y la tildan de truño antológico, claro, para tildarla antes la ven 10 veces, para alzar a los altares del cine la última joya del cine camboyano les bastan 10 minutos, di que posiblemente el resto de la peli sea lo mismo, parece que para aparentar saber de cine hay que desechar todo cine que suene a comercial y entregarse a lo más raro que haya en cartelera.

Pero te diré dos cosas, una, como no quiero aparentar saber de cine no, no me duelen prendas, «Troya» me encanta, dos, dentro de 50 años «Troya» será un clásico, yo no lo veré, estaré ya palmerita, incinerado y con mis cenizas esparcidas por el puticlub «Lola´s», pero tú sí, y me acabarás dando la razón.

Sirenia para la posdata, «The Path To Decay»