Una macabra y de pésimo gusto historia de una muerta.

Desde que mi mujer murió la noto como ausente, como si me guardara rencor por no haberle cedido mi pustralobio y así salvarle la vida, o como si la molestara no haberle dado sagrada sepultura, pero el deber de un esposo es mantenerse junto a su mujer, aunque desde luego no me lo esté poniendo nada fácil.

Tenemos un problema de comunicación, se pasa las horas muertas en el sofá viendo la tele, con la mirada perdida, si no le cambio yo el canal ni se acuerda de sintonizar sus programas favoritos, pero ni siquiera ver «Los Simpsons» le hace mostrar emoción alguna, claro, tanto repetir los capítulos hace que ya apenas los disfrute.

No come, al no comer nada su cuerpo poco a poco está consumiéndose, encima últimamente se está dejando en lo referente a la higiene, sé que está mal poner a parir a tu compañera, pero su olor corporal está empezando a ser inaguantable.

Eso sí, el sexo ha mejorado mucho, ya no me da codazos cuando me arrimo por las noches, cierto es que tampoco pone mucho de su parte, que nada queda de su fogosidad de antaño, pero a cambio cosas a las que antes se negaba ahora puedo hacerlas, yo pregunto, y como siempre se queda callada interpreto que quien calla otorga.

Ahora, que no es que sea muy consecuente, si no te niegas a practicar sexo oral al menos pon algo de tu parte, que parece que hasta en eso tengo que hacerlo yo todo, encima como ni a la peluquería va en uno de los arreones en el pelo dirigiendo la jugada se me quedó en los dedos un mechón de su nuca, mustio, sin brillo, le da igual, ya te digo que no es que preste mucha atención a su aspecto últimamente.

Ni salir a la calle quiere, la tengo que sacar obligada, para acallar los rumores de que no estamos en nuestro mejor momento, qué sabrán ellos, si ya apenas discutimos, si nunca antes hemos tenido una vida tan sosegada y feliz, a pesar de esos pequeños detalles.

El otro día nos visitaron los críos, nos pillaron en plena discusión, me saca de quicio que no colabore en las tareas domésticas, el mayor me dijo que dejara descansar en paz a mamá, ¿más?, si no ha descansado tanto en su vida.

De cualquier manera me dio por pensar, ¿y si nuestros problemas radicaran en que ella estaba muerta?, y me arranqué el pustralobio de golpe, desde entonces nuestra vida ha mejorado, nuestra muerte mejor dicho, no discutimos ya, pero en el sexo la cosa ha ido a peor, ya ninguno nos atrevemos a dar el primer paso.

¿Quién no conoce a Bon Jovi?, nadie, aunque no te gusten, a mí en sus últimos años tampoco, pero cuando debutaron, allá cuando la mili se hacía con lanza, entonces si que eran grandes, ¿sabes cuál fue su primer gran éxito?, este «Runaway»