¿El heavy metal?, venga, no me jodas….

Al hilo de esa excepcional inspiniciativa va la imperfecta Bypils y requiere un reto aparte, entre servidor y la anteriormente citada Maria Inspiración, el tema, para mí, «pues debes atacar con todas tus ganas al heavy, al hard rock y demás y defender las virtudes de Bustamante, Bisbal y demás buleriadas», coño, By, a ver, es que no has captado la cosa, se trata de hacer defender a la gente una postura alejada de sus gustos, es que esto es muy sencillo, demasiado.

Porque a ver, ¿a quién cojones le puede gustar de verdad el heavy?, una panda de melenudos, desarrapados, gritando, que no cantando, tocando las guitarras como yo hago sonar las sartenes en nochevieja por la ventana, con escaso sentido del ritmo, todo drogados en el escenario, que sí, que se drogan todos, una gente que desde el bautizo no ha vuelto a probar el agua sobre su cuerpo, tan solo en los hielos de los cubatas.

Y por el otro lado Bisbal, venga, si lo tiene todo, si es oír «Bulería» por enésima vez en la radio y se me pone dura, cuánto sentimiento, que voz más prodigiosa, y esos rizos, tan cuidados, tan perfectos, ese movimiento de cadera, los tíos le ponen verde, mera envidia, ellos claro, unos troncos de cuidado, barriga cervecera, esa gente tan cutre que aun dice que le gusta el ciclismo.

Y esas letras, qué bonitas, «Permítame señora que deba reprimirle conmigo se equivoca y tengo que advertirle no puedo ser su amante, su amor es invisible hay otra por delante», joder, si rima y todo, delante con amante, y la llama señora, eso es clase cojones, ¿cómo sería la cosa si esto lo canta algún melenudo de esos?, «eh tía, que me la suda, no tienes ni puta idea colega, es a otra a la que quiero ver desnuda, o te largas o te dejo ciega..»

O la Pausini, qué grande, que el otro gilipollas no responde ni al teléfono y pende de un hilo la esperanza suya, aquí vendría el melenudo ese insensible y le diría que el hilo es el que usaría para estrangularla, por moñas, qué falta de sensibilidad por dios, pero ella, con toda su clase, seguiría la canción: «Yo no creí jamás poder perder así la cabeza, por él» y el melenudo ahí cogiéndose el paquete y diciéndola que mira que cabeza tiene para ella.

Y luego las pintas que tienen, esa falta de porte, de elegancia, vaya, que son feos todos de flipar, más feos que mandar a la abuela a por drogas, Franco Battiato, ese sí que es un señor, guapo, guapo no, imponente, y cómo canta, la de siestas que me he echado yo gracias a él, que con los jevilones no hay manera, tanto berrido, que sí, que berrean, que no cantan coño.

Y para muestra un botón, no soy yo de poner música en el blog, es más, si algún día pongo alguna canción seguramente, fijo, será de cualquier cantante de «Operación Truño», nunca de melenudos indecentes, pero para que comprobéis que tengo razón, que esa gente no tiene ni puta idea de música, Therion, menuda puta mierda de tema este «The wand of Abaris», si eso es cantar que venga Dios y lo vea, si eso es tocar música yo me harto a follar.