Un añito de wordpress.

Pues hace ya un año de la primera entrada de este blog, cierto que siempre consideraré la primera la siguiente, «OZ», uno a ver, ya tenía otro blog, que le chaparon «by the face», cuya mayor parte de entradas pudo rescatar y publicar en este blog, lo cual en parte explica la eterna diferencia de tiempo que pasa desde que escribo algo hasta que se publica. Ya antes tuvo uno sus experiencias foreras y tal, pero no vienen a cuento.

Aquel otro blog, el que cerraron, pues era un monólogo dessjuesciano, creo que en los seis meses que existió tan solo tuve dos comentaristas, no me importaba, yo soltaba mis chapas y punto, era un blog cutrecillo, ni siquiera sabía si eran 10, 20 o cuántos los que me visitaban, cuando me lo cerraron pues busqué una alternativa, y topé con wordpress.

Claro, en un principio la cosa no cambió, pero wordpress tiene, como otras plataformas de blogs, su lado «red social», un par de meses después de abrirlo llegó Plared, mi maestro, un tipo que escribe de cojones, que sabe de cine la hostia, a través de él llegué a varios blogs de comentaristas suyos, Plared tiene una gran virtud, es de los pocos que a su manera me dice que algo no le gusta si no le gusta, ahí pues comenzó poco a poco a convertirse el blog en lo dicho, una especie de red social, en la que entra y sale gente de todo tipo y condición.

Lo sorprendente del caso es que de repente llega un día en el que reparas en la cantidad de gente que te visita, en la cantidad de piropos, halagos, parabienes y demás que te dicen, uno siempre ha pensado que no los merece, sí Juan, no los merezco, y no es falsa modestia, si realmente fuera tan ingenioso, tan divertido, tan bueno, estaría ganándome la vida de humorista, de monologuista o de guionista, y no es el caso.

En un principio no me interesaba en absoluto el mundo de los blogs, más allá del mío, que aunque fuera una mierda servía para lo que lo quería, pasar el rato, ocupar ciertas horas muertas que debería ocupar en sacarme una carrera, pero que para qué engañarnos, cuesta esfuerzo y soy vago de cojones, luego, vale, hay que reconocerlo, entre mucha medianía, incluso algún blog peor que el mío, vas descubriendo rincones que te gustan, gente original, gente sabia, gente de la que aprendes, gente con la que conectas de alguna forma, a la que incluso coges cierto aprecio.

A ver, para qué engañarnos, vuestra vida, y me refiero a esta gente con la que he compartido comentarios en blogs durante este año, me la suda bastante, no soy de preocuparme en exceso de los demás, ni para lo bueno ni para lo malo, ya ni te cuento si eres un lector ocasional, ya pueden operarte a vida o muerte que evidentemente me la pela, sí. Para qué engañarnos, no me interesa demasiado estrechar lazos con «desconocidos», al final suele traer más problemas que otra cosa, ya los tuve en el pasado, cosas que trajeron consecuencias inesperadas, actos de los que no me siento tampoco orgulloso, problemas en definitiva que en la medida de lo posible evitaré.

Pero a lo que iba, pues sí, para qué negarlo, aprecio se coge, se os coge, me resulta divertido ese intercambio de ideas, aprendo mucho de algunos, Lufe por ejemplo, que es un tipo que me enseñó lo que significa discutir, Ana, que me enseñó lo que es la tolerancia, Nergal, que me enseñó lo que es la sinceridad, de todos vas pillando cosas, parece mentira, pero al final hasta aprendes cosas que no esperabas.

¿Y mi blog?, pues eso, sorprendido, anonadado, acojonado, uno no esperaba nunca la respuesta que ha tenido, curiosamente ya te digo que no suelo creerme nunca los halagos, que uno siempre piensa que las visitas y comentarios son respuestas a las visitas y comentarios de uno en otros blogs, cosa que me parece una chorrada por cierto, curiosamente de los pocos piropos virtuales que me he creído vino de la mano de mi camarero cubano, que me dejó realmente sorprendido.

De cualquier manera gracias, a todos los que habéis pasado por este sitio, muchas gracias, de verdad, aunque me sienta superado, aunque piense que una de dos, o sois falsos de cojones o tenéis mucho mejor concepto de mí que yo mismo, da igual, a nadie le amarga un dulce, a ver, nadie os está llamando falsos ojo, no vengamos ahora con malinterpretaciones cojones, que os coméis el tarro a veces que no veas, siempre podéis meteros en el otro saco, si no lo entendéis un chiste.

«Va un tio cachas, apuesto, melenitas y varonil, asquerosamente sano, entra a un bar, se pone en medio y grita: » a ver, cagonsós, todos los de este lado son unos hijoputas, y los de este otro unos gilipollas», y pilla uno del lado de los hijoputas y dice, «eh tú, que no soy ningún hijoputa» a lo que nuestro chico le responde, «pues ponte a este lado gilipollas»».

Sorprendido también por un detalle, cierto día, de manera totalmente espontánea, muchos comentaristas comenzaban sus comentarios con un «querido Dessjuest», la verdad, coño, me emocionáis, que de repente todos me dediquéis tanto cariño me llega.

Una vez dadas las gracias por vuestra inestimable compañía miraremos al futuro, ¿cuánto queda?, no sé, supongo que todos nos cansaremos, eso sí, a partir de ya mismo este blog dará un giro de la hostia, de 180 o 360 o 489 grados, voy a dejarme de tonterías, de gracias, voy a empezar a limitarme a sesudas reflexiones, siempre serias, y empezaré hoy mismo con una frase llena de sabiduría:

«Desde que existen las máquinas de cortar jamón y existen los bidés ni el jamón sabe a jamón ni el coño sabe a coño».

Y posdata, Nightwish, uno de sus temas más comerciales: «I Wish I had an Angel»