¿Quieres aprender historia de la buena?.

Pues hay unas carreras y unos cursillos cojonudos, ahora, ¿quieres leer sobre historia chorra?, ¿quieres leer una historia sin fundamento, manipulada al extremo y sobre algo que no interesa a casi nadie?, pues enhorabuena, este es tu sitio.

Cayo Salustio Crispo: “.. Voy a escribir la guerra que el pueblo romano sostuvo con Yugurta, rey de los Númidas, primero porque fue larga y atroz y la victoria fue incierta; después porque entonces por primera vez se atacó la soberbia de la nobleza. Una lucha así mezcló todo lo divino y lo humano y llegó a tal punto de locura que sólo la guerra y la devastación de Italia pusieron fin a los enfrentamientos civiles”

A ver, sobre la historia de Roma te he hablado varias veces, por ejemplo, te hablé de su gran derrota en Cannas, o de otra gran zurra que recibieron, Teutoburgo, hablamos de los gladiadores y de alguna cosilla más, realmente es, fue, aquella, una época fascinante, bien, entre que nos tomamos las palabras como nos sale de los witos y tal (me refiero a lo que ya expliqué del término «bárbaro») y que el cine nos engaña reiteradamente, véase «Gladiator» pues parece que por entonces las civilizaciones nacían y morían, que sólo había una que se iba sucediendo, estando rodeados de trogloditas y tal.

Nada más lejos de la realidad, las fronteras del imperio estaban llenas de pueblos prácticamente igual de civilizados que el romano, menos poderosos claro, pero no eran ni mucho menos cromagnones, pero, es que mucho antes, cuando aún eran república también compartían fronteras con gente organizada, en pequeños reinos, con su campechano monarca al frente, es más, ahora hablamos de corrupción y tal, estamos hasta los huevos de los políticos, aunque les votamos repetidamente, pero esta, la corrupción ha existido siempre, hoy un ejemplo, curioso.

Vamos a hablar de un personaje curioso, númida, del reino de Numidia, reino que más menos ocupaba la situación geográfica de la actual Argelia, su nombre, Jugurta, o Yugurta, nada que ver con los danones. Silo II A.C. casi nada, mucho antes de la llegada a este mundo de Pompeyo, César y Octavio, Roma ya era una potencia, la república, con gente tan ignorada injustamente por la historia como Mario, el siete veces cónsul.

Bueno, acaban las guerras púnicas, se forman varios pequeños reinos en el norte de África, entre ellos Numidia, y ahí tenemos a nuestro pedazo artista, Jugurta, este era un tipo como yo, carismático, un auténtico líder de masas, su tío era el rey, Masinisa, al morir deja el reino en manos de su hijo, Micipsa, pero este, temeroso del carisma de Jugurta le manda al exilio, a Hispania, ahí comienza realmente la carrera de Jugurta, un señor que supo usar como nadie el arte del metetismo, el soborno y la manipulación política, todo un ejemplo para posteriores generaciones de políticos. En Hispania coincide también con un joven Cayo Mario muy importante posteriormente.

Ahí, en Hispania, repara también en lo fácilmente sobornables que eran los romanos, fue labrando amistades y tal hasta el punto de que a la muerte de Micipsa logra que se reparta el reino en tres trozos, dos para los hijos de este, Aderbal e Hiempsal, y otra para él. Pero claro, eso era poco para nuestro ambicioso Jugurta, así que logra que Hiempsal se muera sólo, bueno, le ayudó un poco asesinándolo, pero en plan buen rollo familiar, Aderbal huye a pedir sopitas a Roma, «mirad que malo es Jugurta», les dice, pero como el senado estaba huntado de cojones pues le dicen que mejor repartir el reino en dos.

Jugurta decide entonces ir a saludar al chivato de Aderbal, invadiendo su capital, de paso se zumbó unos cuantos comerciantes romanos y sembró un poco el pánico, nada del otro jueves, curiosamente Aderbal resulta muerto también, las lenguas viperinas cuentan que también culpa de Jugurta, claro, matas un perro y te llaman mataperros, la mala fama. El senado manda un ejército al mando de Lucio Calpurnio Bestia para espabilar a Jugurta, es que claro, ya solo lo de «Bestia» acojonaba, ahí vemos ahora la habilidad de Jugurta para hacer de la desgracia virtud, como ve que era imposible hacer frente al ejército romano se rinde, pero logró un rendición pues eso, sospechosa, con frutos similares a los logrados de haber ganado, tan sospechosa fue que hasta en Roma sospecharon que algún sobornillo había habido por medio.

Llamaron a Bestia a declarar, este reconoció que hombre, sobornos sobornos no, pero vaya, alguna cosilla sí que recibieron para dejar a Jugurta hacer a su antojo, nada, pequeñeces, joyas, dinero, mujeres hermosas, amigos en Facebook… «Esto es intolerable», «llamar a Jugurta a declarar», le llamaron y fue, pero declarar… pues como que no, porque sobornó a todo el que se cruzaba por su camino y fue enviado de vuelta a su reino.

Espurio Postumio Albino fue el siguiente enviado por la república para derrotar a Jugurta, batalla de Suthul, ahora sí, ahora el númida entra en la pelea, una pelea limpia que ganó fácil, demasiado fácil, tan fácil que se descubrió que conocía de sobra los planes romanos para la lucha, de carrerilla, ¿adivino?, posiblemente, es lo más probable, aunque se rumorea algo también de algún que otro sobornillo entre las filas de Albino.

Ahí entra la horma de su zapato, Cayo Mario, el que te hablaba al principio, este vio enseguida que el gran poder de Jugurta era huntar a todo romano que se metía por medio y su especial habilidad para que se murieran sus rivales políticos, le costó ojo, Mario malmetió con Bomílcar, tío materno de Jugurta y lugarteniente de confianza, pero nada, fue descubierto y también se murió, con ayuda, pero murió, comenzó entonces Mario una ronda de negociaciones con los reinos vecinos para aislar al cabronazo númida y al final lo logró, capturaron a Jugurta y le enviaron a Roma encadenado, donde fue ejecutado. Así Mario, famoso por modernizar las legiones y establecer su composición y forma que causaron estragos durante siglos, logró doblegar a un auténtico precursor de la política moderna con sus propias armas.

Así acaba la historia del último rey de Numidia, un señor que supo sacar provecho como ninguno de sus «habilidades» políticas y de las habilidades romanas para abrir la mano y cerrar los ojos, un señor que sin grandes batallas logró ascender al poder con tácticas poco gloriosas y mantenerse hasta que su rival reparó en ganarle usando sus mismas armas, un cabrón sí, pero en esa época, y sabiendo lo que sabemos, ¿quién era más cabrón?. La frase: «urbem venalem et mature perituram, si emptorem invenerit«(«una ciudad para la venta y condenada a la destrucción rápida, si se encuentra un comprador»). Acabar diciendo que la figura de Jugurta ha sido llevada al cómic, como atestigua la imagen que acompaña a estas letras.

Megadeth para acabar, «Die Dead Enough»